martes, 19 de abril de 2011

Sé que ambos continuaremos con nuestras vidas, nos veremos año tras año, ella saldrá con alguien más y a lo mejor yo haga lo mismo. Creceremos, triunfaremos y seremos felices.

Algún día nos volveremos a encontrar y yo le sonreiré, pensaré en lo mucho que la amé y buscaré ser su amigo, en fin, la querré siempre.

sábado, 16 de abril de 2011

ESTA SEMANA, ES UNA SEMANA HAKUNA MATATA

UNA SEMANA PARA SER FELIZ, PARA TOMAR DECISIONES, PERO PARA OLVIDARSE DE TODO Y NO PENSAR DEMASIADO.

http://www.youtube.com/watch?v=i-D1DWV9y5Y&NR=1

jueves, 14 de abril de 2011

La ilusión se disfraza de esperanza


Lucho imaginando que aquello que dicen no es cierto, me debato en un insoportable ajetreo que consume mi conciencia y no me deja pensar. Quiero creer sólo en ella, en nadie más, pero creer en ella me ha costado tan caro, si las cosas pudieran ser más fáciles, si él no existiera o si ellos jamás se hubieran conocido.

Pero la vida pocas veces es feliz espontáneamente, en cambio si lo es triste de forma natural, la felicidad la buscas, la conquistas, a la tristeza le huyes, o si eres lo suficiente valiente la enfrentas.

Sí, la amo, eso es más que cierto, pero me irrita que se equivoque tanto y tan constantemente.

miércoles, 13 de abril de 2011

...

Era válido en ese entonces, como si ahora ya no lo fuera, como si acaso el tiempo me hubiera dado la facultad de madurar olvidándome de ella. Olvidar que en verdad la amé y que en aquélla época era factible portarme como niño para llamar una minúscula parte de su atención, la que otrora habría sido mía, pero que desafortunadamente se había repartido entre los demás.

Y tal vez porque parecía omnipresente, como si estuviera en todas partes y en cada momento con él, a lo mejor por eso me hacía actuar así, retándome a portar mal y hacer lo impensable, sin saber o incluso entendiendo que se reirían de mí.

Puede nada ser cierto, quizá mi imaginación cambia de nuevo las cosas y la inverosimilitud de los hechos la convierte en algo real. La duda, esa amiga infalible, me sigue instigando contra la plena felicidad.

http://www.youtube.com/watch?v=9iEjqvoYSHs

lunes, 11 de abril de 2011

La concupiscencia me mata

Solía acostarse en mi hombro y desdoblar los bucles de su cabello, era extraña esa sensación, la manera como se erizaba mi piel cuando entraba en contacto con las hebras de ese castaño oscuro. Era una sensación de cariño y de ternura profunda, a lo mejor pudo haber llegado a ser mucho más veraz, mucho más vivída por los sentidos, si tan sólo ella no se hubiera ido.

Y si tan solo se hubiera largado, si no tuviera que verla más y tolerar que me hable, pretendiendo ser mi amiga, como si eso me importara. Lo que no sabe, y jamás quiero que se entere, es que aún me vuelve loco.

Odio verla así, odio amarla, odio desearla, odio que no esté conmigo, pero sobre todo...odio que no pueda odiarla.

jueves, 7 de abril de 2011

La dialéctica intangible

Hay un diálogo que las palabras no pueden alcanzar, hay toda una significación que no puedes controlar. Regalar, pararse, sentarse, caminar, moverse, saludar, hablar, mirar, reír. Todo un lenguaje de la acción.
No sabía que existía. Era muy pequeña para saberlo. No, no era muy pequeña, era muy ingenua.

Y ahora tengo miedo de ser leída sin haber escrito, de que escuchen lo que no he dicho. Ahora he llegado a cohibirme. He llegado a preguntarme si la cortesía se puede interpretar. Ahora no sé cómo actuar...
Es simple prudencia podrían decir. Pero no, la prudencia no basta, no es suficiente ser prudente si eres ingenuo. La ingenuidad es ignorancia también. Ignorar no te hace inocente, no te justifica. ¿Acaso hay un código secreto, un diccionario de la dialéctica de los gestos, los actos y las formalidades? ¿Acaso eso sólo se aprende echándolo a perder, pasando vergüenzas, deshilando malentendidos? ¿Acaso alguien olvidó decirme algo? 

Ahora, en vista de que todo lo que hago puede ser interpretado, creo que tengo derecho a permanecer quieta. ¿O acaso eso significa también? ¿es una especie de desaire? De todas formas, no puedo quedarme quieta el resto de mi vida. Entonces ¿qué hacer? 

No lo sé. Es desagradable darse cuenta de que has estado hablando todo el tiempo que estuviste callada. ¿Qué queda entonces? La claridad del habla, del idioma, a pesar de toda su ambigüedad, a pesar de su infinita carga semántica. Sólo me quedan las palabras. Sólo me queda decir: Lo siento, por favor no trates de leer todo lo que hago; lo siento, a veces actúo inconscientemente, a veces no pienso para actuar...a veces sólo hago las cosas con amabilidad; lo siento, soy ingenua y no siempre quiero hablar...