...De nuevo frente a la página en blanco, sin saber que escribir...tengo varias cosas que hacer, y sin embargo he terminado aquí, sin ideas, frente a este lienzo que me llama, que me obliga a iniciar un nuevo proceso de redención literaria...
Mientras escribía he notado como los puntos suspensivos invaden mi escrito como una especie de varicela. He vuelto a mis posts anteriores y allí están de nuevo, como una firma inconsciente... Pero a pesar de ser como un virus invasor, me gustan.
No puedo evitarlos, aparecen allí cada vez que no quiero terminar una frase, cada vez que termino un pensamiento y sin embargo queda mucho por decir, cada vez que quiero que ustedes llenen los espacios en blanco...cada vez que dudo o me quedo pensativa...
Son mis palabras calladas, los pensamientos que yo misma he vedado, las lagunas en mi mente, lo que quiero recordar y no viene, lo que quiero expresar y no puedo...
Leer mis puntos suspensivos, su significado, o mejor su signo, sería como leer un poco mi mente, tratar de descifrar esos silencios, leer no el texto, la persona...
Son ellos mis tres confidentes, pequeños y profundos, tres pequeñísimas gotas de tinta (virtual o física) que ocultan más de lo que parece, son como tres largos cilindros vistos desde el frente, que aparentan un círculo vacío pero basta con girar un poco la vista para ver que tras esas caras, hay otra dimensión...
Tal vez, quieran verlos como un signo de mi inmadurez literaria...de ese temor dubitativo cada vez que comienzo un nuevo escrito...no lo sé...son ustedes los lectores, mis lectores...son ustedes la visión "objetiva" de mis textos...
Quizás pueda o quiera dejarlos algún día, pero no ahora cuando me dan la seguridad de lo dicho sin palabras, la sensación corregible de lo inacabado...no ahora cuando las comas y los puntos no me son suficientes, cuando las palabras no han madurado... no ahora, no en un mañana dicho...
Después, será luego...