domingo, 26 de septiembre de 2010

En búsqueda de la inspiración...

No puedo escribir sin inspiración, bueno, sí puedo, puedo escribir con, o sin ella. Pero, de qué manera nace un texto fundado no sobre una base iluminada por la celestial luz de una vena literaria, cuya naturaleza es un destello de inspiradoras imágenes que retratan los más inusitados y maravillosos mundos, a uno que lo hace bajo la vil égida de una formación técnica y monótona que no responde al corazón, sino a las frías lucubraciones de la mente.

Lo más insólito de todo esto es que la inspiración estuvo ahí, dilapidándose sin saberse utilizar, esperando en la intemperie, luchando por quedarse. Sin embargo, se fue, se canso de esperar, de esperarme, ahora es el fulgor de otra mente, la sensibilidad de otro corazón, ahora debo buscarla yo cuando ésta a mí me había encontrado.

Voy a esperarla, ha de llegar algún día, mientras tanto le seguiré bajo las huellas que dejó sobre las mentes privilegiadas de viejos escritores...

martes, 21 de septiembre de 2010

Nota sobre mis puntos suspensivos

...De nuevo frente a la página en blanco, sin saber que escribir...tengo varias cosas que hacer, y sin embargo he terminado aquí, sin ideas, frente a este lienzo que me llama, que me obliga a iniciar un nuevo proceso de redención literaria...

Mientras escribía he notado como los puntos suspensivos invaden mi escrito como una especie de varicela. He vuelto a mis posts anteriores y allí están de nuevo, como una firma inconsciente... Pero a pesar de ser como un virus invasor, me gustan.

No puedo evitarlos, aparecen allí cada vez que no quiero terminar una frase, cada vez que termino un pensamiento y sin embargo queda mucho por decir, cada vez que quiero que ustedes llenen los espacios en blanco...cada vez que dudo o me quedo pensativa...

Son mis palabras calladas, los pensamientos que yo misma he vedado, las lagunas en mi mente, lo que quiero recordar y no viene, lo que quiero expresar y no puedo...

Leer mis puntos suspensivos, su significado, o mejor su signo, sería como leer un poco mi mente, tratar de descifrar esos silencios, leer no el texto, la persona...

Son ellos mis tres confidentes, pequeños y profundos, tres pequeñísimas gotas de tinta (virtual o física) que ocultan más de lo que parece, son como tres largos cilindros vistos desde el frente, que aparentan un círculo vacío pero basta con girar un poco la vista para ver que tras esas caras, hay otra dimensión...

Tal vez, quieran verlos como un signo de mi inmadurez literaria...de ese temor dubitativo cada vez que comienzo un nuevo escrito...no lo sé...son ustedes los lectores, mis lectores...son ustedes la visión "objetiva" de mis textos...

Quizás pueda o quiera dejarlos algún día, pero no ahora cuando me dan la seguridad de lo dicho sin palabras, la sensación corregible de lo inacabado...no ahora cuando las comas y los puntos no me son suficientes, cuando las palabras no han madurado... no ahora, no en un mañana dicho...

Después, será luego...

lunes, 20 de septiembre de 2010

Es un paraíso, un anhelo que simplemente jamás será realidad, poder hablar sin pronunciar una sola palabra; decirle a alguien "te amo" tan sólo con una mirada, o quizá con una mera sonrisa; hacer eso, hablar sin hablar, pensar y decir sin mover los labios, es una fantasía que nos permite seguir soñando, tal vez algún día el lenguaje dejará de ser dueño de nosotros mismos, a lo mejor el tiempo nos dé la opción de deshacernos de él y aspirar a una nueva y mejor forma de comunicación. Pero, por ahora, sigamos pasmados en este arte, jactándonos de saberlo usar, o atemorizados por no poder hacerlo.
¡Qué vivan las letras!

http://www.youtube.com/watch?v=4TEkGT0BqEA

jueves, 16 de septiembre de 2010

La palabra tomada...

Se acercan lentas y densas... se posan abrumadas sobre la memoria, se asientan pesadamente...están cargadas y sentimos como nos agobia su peso, un peso que ni siquiera les pertenece...un peso que mas bien nos pertenece y que hemos puesto sobre ellas, es ese sentido que no existe más que en nuestras mentes...

Son las palabras, aquellas trágicas carretas de nuestros pensamientos...que vienen a devolvernos lo que les hemos dado, se presentan como fútiles sonidos o trazos vacíos, pero luego entran y vemos detrás de su rostro despejado, nuestras ideas densas de significado que termina por cubrirnos...

Es así como de pronto el anarquismo deja de ser una doctrina y se vuelve el recuerdo de unos ojos de color café y una sonrisa, las ovejas ya no son animales sino esa voz temblorosa que llega lejana, la piscina no es ya un lugar sino un hermoso color indescriptible...y así, lentamente, sin que lo notemos, las palabras se llenan de nosotros... y se vuelven como anzuelos para traer de cuando en cuando recuerdos sumergidos...

Aún así la palabra sigue siendo siempre volátil, siempre libre porque no se carga eternamente de un solo sentido sino que se aleja de uno y de otro y se renueva...así como los recuerdos se debilitan y se hacen borrosos con el tiempo o se hacen opacos bajo la luz de los nuevos. La palabra entra también en ese ciclo infinito, que se actualiza con nuestra vida misma, con el tiempo...

...Entonces, el lenguaje se hace propio y el mundo se hace nuestro a través de la palabra...


lunes, 6 de septiembre de 2010

"Literatura Pictórica"

Caligrama...La palabra llevada a un nivel de concretización extremo, despojada de todo signo y sentido, solo trazo. La Palabra, desnaturalizada, a modo de creación pictórica que atada a sí misma termina conjugando sentido e imagen, trazos y palabras...poema y dibujo…

Hace unos años conocí a Guillaume Apollinaire, poeta francés que me cautivó no con sus poemas, sino con sus dibujos…y aún más allá de la imagen lo que me atrajo fue la palabra misma, arrancada de su signo y su naturaleza, opuesta a sí, cargada de una ambivalencia que lejos de contradecirse se complementa.

Es la Palabra que se muestra y se niega en una nueva función…La Palabra como no la habíamos visto, en una nueva dimensión totalmente cargada, artísticamente desvirtuada y sacralizada...autosuficiente y renovada…Pero es ella misma, la de antes, esa palabra natural y virtuosa que ahora se rebela y huye a un nuevo plano y muestra su esplendor, nos confunde y nos halla…se re-crea y nos re-significa…



viernes, 3 de septiembre de 2010

Me sucedía a veces que me sentaba a mirar el cielo intentando buscar formas entre las nubes, figuras que de alguna extraña manera me dieran una respuesta. Duraba horas en el mismo sitio habiendo encontrado unos cuantos leones, aviones y barcos. Pero, entre las siluetas que muchas veces formaba arbitrariamente, nunca había ninguna que me ayudara con el problema que pasaba por mi mente. Así que un día abandoné las nubes y me enamoré de los árboles, de su grandeza, de su noble imperturbabilidad todo el tiempo, era mucho más sencillo hablar con ellos.

La gente pensaba que estaba loco cuando me veía abrazar a uno de mis amigos, tal vez se reía porque éstos la mayoría de las veces estaban algo mojados y húmedos. Pero a mí no me interesaba, tampoco me importaba el hecho de que mis brazos quedaran cortos para poder darles un abrazo completo. Sin embargo, un buen día me aburrí de ellos, me creí a mi mismo loco y decidí buscar respuestas en otra parte.


Siempre que salía de mi casa él me buscaba para despedirse, esa era la rutina de todos los días, mi alarma interrumpía su sueño y era imposible para él pensar en volver a dormir. Se sentaba afuera del baño, algo extrañado por el sonido del agua, solía inclinar la cabeza y mirarme cuando salía de la ducha. Siempre me he preguntado qué podría pensar. Corría de la ducha a mi cuarto para cambiarme, él me seguía ladrando, intentando robarme la toalla con sus afilados dientes, era impresionante su forma de buscarle juego a todo.

Con una bolsa, con una media, incluso con su propio alimento, no había cosa en la casa que no le sirviera para divertirse y tampoco había freno alguno por quien le sirviera de oponente en su juego, es más, muchas veces cuando nadie quería jugarle, él corría y lo hacía solo.

Creo que de nadie como de él he aprendido tantas cosas, tantas cosas y sin decir una sola palabra, nada más que estando a su lado, sintiendo su compañía, sabiendo que quizá muchas veces sólo él me entiende. Desde que me fuí lo he extrañado a sobremanera, desearía que estuviera ahora aquí a mi lado, dandome los consejos que solamente él puede darme, acostandose en el costado de mis pies y calentando mi cuerpo.

Sus sordos ladridos siguen calando en mis pensamientos, sus absurdas enseñanzas adquieren cada día más sentido, su recuerdo se vuelve cada vez más fuerte...me pregunto qué estara haciendo en estos momentos.


NOTA - Parece ser que ya no le puedo encontrar títulos a mis entradas, así que si alguien quiere darle uno a este escrito, adelante. Por cierto, hoy quería escribirle a ella, no sé qué me impidio hacerlo...