jueves, 31 de marzo de 2011

Youth

Tenemos sueños. Todos nosotros los tenemos. Hacemos planes. Creemos. Pensamos en el cambio. Hacemos proyectos. Vivimos en otro mundo. Un mundo donde nuestros sueños se hacen realidad gracias a nuestros planes.

Somos jóvenes. Somos muy jóvenes. Aún tenemos fe en nosotros mismos y en los otros. Somos muy jóvenes para saber que el mundo es diferente...y que hay problemas y formalidades y un sistema. Somos muy jóvenes para saber que la mayoría de las veces nuestros sueños son mas grandes que el sistema; y que esos sueños pierden sus planes y dejan de ser proyectos y se mueren y se vuelven ideas inútiles. Somos muy jóvenes para saber eso, pero no lo somos para intentar con más fuerza. Somos muy jóvenes pero no muy débiles. Somos jóvenes y tenemos sueños y no conocemos el sistema, por eso lo intentamos, porque no conocemos los límites, porque creemos y confiamos, por el tal vez, por el quizás, por las oportunidades que el sistema no nos impide ver, por el camino que sólo nosotros podemos divisar...

jueves, 24 de marzo de 2011

Falla


Me cansé. Estoy cansada de la confusión y el miedo y la preocupación... Cansada simplemente de la relatividad, de pensar como seguro lo que luego me parece incierto, cansada de equivocarme una y otra vez, de la duda y de no saber, de no ver lo que todos ven. Estoy cansada. Es difícil ver tus intentos fallidos, descubrir que lo que sabías no era en realidad lo correcto, que era superficial, que te has caído y te debes levantar. 

Es difícil. Es horrible. Es el cansancio.

Es el tedio y la confusión.

Quedan los sueños, no. Queda el sueño. Los sueños, se alejan, se adelgazan y te punzan. Los sueños te reprochan. Te regañan, se quejan. Te amenazan con irse, con dejarte.

Es el temor. Es la frustración.

Solo queda cerrar los ojos. Solo queda descansar y esperar que todo vuelva. Esperar. Pensar. Volver.

sábado, 5 de marzo de 2011

Incertidumbre

Un pequeño suspiro incierto y difuminado se extiende sobre mí...las cosas aún no tienen nombre. Inexacta, confundida...rodeada de repente de un mundo que nunca había visto, que no había conocido como ahora... La infancia hace todo simple. 

Un suspiro, es todo lo que tengo, es todo lo que sé. Un suspiro mío que tal vez es tuyo también. Pero es difícil decirlo, y tengo miedo. Temo que sea cierto, pero también que no. Temo equivocarme. Todo es relativo. No quiero pensar que eres cierto porque si no lo eres, entonces me sentiría defraudada, tonta e invisible. Pero si creo que todo es mentira, entonces estaría mal también porque si en el fondo es cierto, correría el riesgo de pasar desprevenida y herirte y obtener lo que no quiero. Entonces estoy en una encrucijada. En uno de esos cruces de caminos por los que los caballeros iban a buscar aventuras en sus caballos, con sus espadas y sus escuderos. Pero no soy un caballero armado, no tengo un caballo y mi escudero no es precisamente un escudero...y cualquier camino es peligroso en esas condiciones...desconocido y sin rumbo.

A veces todo se ve claro y pareciera que no tengo opción, que el camino me llama, pero entonces me confundes y retrocedo.Deberías alejarte y dejar que me olvide de todo. Aléjate de mí si no quieres también esta confusión, si no quieres dudar y preguntarte ¿por qué actúa así? ¿qué le pasa? ¿acaso desvaría? Aléjate y no entres en esta mi locura. En estas mis preguntas y mis sueños. Aléjate ahora que no estás herido, que tienes uso completo de tu razón y tu voluntad. Aléjate ahora que no quieres alejarte, ahora que me tienes algo de aprecio, ahora que no te causo inquietudes ni desvelos. Aléjate...¡pero ven! no tan rápido, no demasiado, no para siempre...aléjate, sólo un poco, lo suficiente para que no te contagies de mí, pero quédate cerca para que podamos hablar y sonreír...para que no nos decepcionemos el uno al otro, para que podamos conservar un poco de nosotros mismos...aléjate, pero quédate en la encrucijada, sin tomar caminos, sin partir en busca de la aventura. Allí en el cruce de caminos, descansemos, conversemos.