jueves, 26 de agosto de 2010

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Pierdo la noción del tiempo, y no sólo cuando escribo, sino en todo momento, cuando me baño, cuando leo, cuando duermo. Ahora bien, cuando escribo, cuando me refiero a "perdí la noción del tiempo al escribir", no estoy hablando del paso indiscriminado del correr de las horas,  ojalá y fuera ese el problema. Pero no, mi comentario va enfocado en otra dirección, trato de sugerir que se me ha olvidado escribir, la inspiración se ha esfumado y los tiempos gramaticales simplemente no se articulan...

NOTA - No sé por qué, pero no puedo enlazar el video que se supone debería venir con este post, de manera que les dejo el link  http://tu.tv/videos/billy-joel-piano-man_1

jueves, 19 de agosto de 2010

Escribir recordando...

Encontré hace algunos días un archivo con una pequeña colección de poesías que escribí en una noche de insomnio hace dos años…

Creía no recordarlos…luego, comencé a leerlos y fue como leer la noche…regresaron los recuerdos en forma de letras vivas, resonó el silencio, volvió el aire frío y de nuevo el cansancio y la imposibilidad de dormir, el deseo de escribir… era la escena congelada en esos trozos de poema, hundida en lo profundo de mi memoria…

Escogí uno de aquellos poemas para compartirlo, le falta un poco más de cincelado…pero creo que editarlo, habría significado empezar de nuevo…por eso solo corregí algunos errores novatos y ahí está:

Donde tú no estás

Allí donde no estás

El viento es más frío

Y el sol débil fulgura

Las flores sin pétalos

Fuera del color descienden

Y el pasto reseco

Sin corazón palpita.


Allí donde no estás

Te veo en el reflejo del estanque

Y te escucho en el crujir de las hojas

Siento tu mano en el viento…

Eres anhelo en lo profundo del silencio.


Pero tú no estás

Y yo no existo

Solo el vacío acaece

Y la luz irrumpe cristalina...


Allí donde no estás

Veo que hablas y te ríes

Y me miras sin conciencia

Y te observo sin que sepas


Allí donde tú no estás

Y yo te busco…

Y recorro el tiempo

Y rastreo lo incierto…

Y aún así no eres…


Allí donde tú no estás

Espero encontrarte de pronto

Y simular que no te esperaba

Engañar el corazón para que se sorprenda

Creer que todo es cierto

Y suponer que estás allí,

Allí donde no estarás…

sábado, 7 de agosto de 2010

De cómo llegué a Escribirle a la vida...

Ha pasado ya una semana desde que acepté la invitación para escribir en este blog...

Tuve que pensarlo. En realidad son pocas las veces que elijo escribir para alguien y son pocas también las personas que leen lo que escribo. ¿Para qué escribo entonces? Para el alma. El escribir, se ha convertido para mí en una especie de proceso catártico, las palabras juegan a ser mis mejores confidentes y creo con ellas un mundo abstracto que me absorbe lentamente...

Fue difícil decidirme. Desde hace algún tiempo un constante sentimiento de duda me embargaba cuando escribía. De hecho, no recuerdo la última vez que tuve la certeza de un texto "bien escrito", solo un vago sentimiento de satisfacción... tal vez sea porque pienso que la buena escritura es mucho más que un conjunto de frases gramaticalmente correctas, buena ortografía o una coherencia textual admirable...Y a pesar de esto, no puedo dejar de escribir porque cada nuevo texto que comienzo es una nueva oportunidad de redención, de evolución...

Es muy posible que todo esto suene a una anticuada concepción romántica de la literatura, pero no lo puedo evitar, los románticos ingleses me han arruinado...

Y a pesar de la intimidad y de la duda, acepté. Por la literatura, por su inmanente función comunicativa...por la palabra que cobra vida cuando se lee...porque entendí que "hablar de literatura" es mucho mejor que "pensar en literatura"...Por la expectativa que me causa la novedad de ese diálogo intangible entre "blogger" (si puedo hacer uso de tal nominalismo) y lector...

Y ahora estoy aquí escribiendo para personas que supongo son, si no amantes, adeptos de la literatura...y sé que en cuanto presione el botón de "publicar", estas 287 palabras morirán, me dejarán de pertenecer y serán suyas lectores, porque serán ustedes quienes las traerán de nuevo a la vida con cada lectura...con cada pensamiento...con cada crítica.

Sería pretencioso y algo adulador finalizar con un "espero que les gusten mis posts", por eso solo quiero terminar con un ilusionado y sencillo "espero que lean mis posts", porque creo que en cierta forma les pertenecen...

viernes, 6 de agosto de 2010

Y al final del día, aún habiendo salido todo mal, siempre quedará espacio para un poema, para soñar un mundo imaginario y flotar sobre las mentes paupérrimas de los demás. El arte saldrá a flote, porque por más intentos fallidos en hundirlo, éste es el único capaz de darle verdadero sentido a nuestras vidas. Y, nuestras vidas, de por sí, son arte.

Nunca he sido un ferviente poeta, pero me gusta la poesía, sólo que me inclino más por la prosa. Sin embargo, la poesía tiene un valor mágico que no muchos pueden lograr - yo mismo he fallado-, tal vez es la rara estructura en la cual se presenta el texto, o quizá la engorrosa empresa de difundir en reducidas palabras la grandeza de un sentimiento.

Cuando hablo de poetas, cuando se me es dado aquel honor, se esoboza en mi mente la imagen de ese viejo libro negro con letras doradas en su portada y con el nombre de mi "primer poeta": Federico García Lorca.

Con motivo del recuerdo he decidido buscarle, espolvorear entrte mis viejos libros y recoger algún poema olvidado.

LA LUNA ASOMA

Cuando sale la luna
se pierden las campanas
y aparecen las sendas
impenetrables.

Cuando sale la luna,
el mar cubre la tierra
y el corazón se siente
isla en el infinito.

Nadie come naranjas
bajo la luna llena.
Es preciso comer
fruta verde y helada.

Cuando sale la luna
de cien rostros iguales,
la moneda de plata
solloza en el bolsillo.

Federico Garcia Lorca.